La autora de este blog, inscripta bajo el nombre de María Jimena González, está sentidamente en contra de los cólicos abdominales que lo obligan a uno a estar en reposo, sentir los dedos helados del médico sobre la panza calentita (la de uno) y lo ponen a dieta: liviana, sin papa, azúcar agregada y pan (porque... -en voz baja- dan gases). También declara firmemente estar en contra de regresar al trabajo después de un día tan descansado. En conclusión: el trabajo es lo que arruina el tránsito intestinal.
Mi nombre ya es el arriba firmante.
1 comentario:
El trabajo no sólo arruina el tránsito intestinal, sino también el tránsito en general y muchas otras cosas que no viene al caso nombrar.
Estoy completamente en contra de los cólicos, pero totalmente a favor de permanecer todo un día (o más de uno si fuera posible) en cama (y si es acompañado, mucho mejor!)
Besotes!
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