Hoy me llamó mi conciencia y decidí atender su reclamo: “¿Vos no actualizás muy seguido tu blog, no?”.
“No, últimamente, no”.
“Desde el 6 de mayo que no subís nada”, me puso el dedo en la llaga, la muy incisiva.
“Es que ando medio complicada”, quise convencerla (y, a su vez, convencerme).
“Definí complicaciones”, me exigió inmediatamente.
…
“Vamos tan difícil no puede ser, ¿no?”.
“No, lo difícil es seguir escribiendo en este teclado que pega la w con la e, la s con la d y la x con la c; mirar en esta pantalla que se angosta y se ensancha según el ánimo que tenga; y tratar de articular una oración coherente con Tinelli gritando de fondo”.
…
…
…
“Ey, conciencia, ¿te fuiste?”.
…
Y, ahí fue cuando decidí aprovechar ese glorioso momento de conciencia ausente y hacer algunas de esas cosas que esa señorita me reprime: le mandé un mail de “sos un boludo” a mi ex, tomé una damajuana de vino acompañada de una sandía enorme, le confesé a mi madre que a veces no le presto la más mínima atención, le mordí una pata a mi gata en venganza del rasguñón de hace dos semanas, bailé en la ducha, salí a rinrajear por el barrio, le robé la revista de cable a mi vecina, le contraté un stripper a domicilio a la vieja de mi laburo... y publiqué este post.
Mi nombre ya es bizarrón.
“No, últimamente, no”.
“Desde el 6 de mayo que no subís nada”, me puso el dedo en la llaga, la muy incisiva.
“Es que ando medio complicada”, quise convencerla (y, a su vez, convencerme).
“Definí complicaciones”, me exigió inmediatamente.
…
“Vamos tan difícil no puede ser, ¿no?”.
“No, lo difícil es seguir escribiendo en este teclado que pega la w con la e, la s con la d y la x con la c; mirar en esta pantalla que se angosta y se ensancha según el ánimo que tenga; y tratar de articular una oración coherente con Tinelli gritando de fondo”.
…
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…
“Ey, conciencia, ¿te fuiste?”.
…
Y, ahí fue cuando decidí aprovechar ese glorioso momento de conciencia ausente y hacer algunas de esas cosas que esa señorita me reprime: le mandé un mail de “sos un boludo” a mi ex, tomé una damajuana de vino acompañada de una sandía enorme, le confesé a mi madre que a veces no le presto la más mínima atención, le mordí una pata a mi gata en venganza del rasguñón de hace dos semanas, bailé en la ducha, salí a rinrajear por el barrio, le robé la revista de cable a mi vecina, le contraté un stripper a domicilio a la vieja de mi laburo... y publiqué este post.
Mi nombre ya es bizarrón.
4 comentarios:
Si la conciencia nos dejará respirar tan solo un segundo...
seríamos más libres y felices?
cuando mi conciencia se vaya un rato, haré todo lo que se que le molesta, concientemente!!!
y no va a importarme lo que ella piense de mí...
que bueno Jime! besos
Como me gustan tus bizarreadas!!!! :)
Ojo con mezclar vino con sandía!! jajaja
Besotes inconscientes
(no me retes porque todavía no me acosté!!)
Apoyo la moción de tu conciencia!!!
Que buena idea me diste, hoy no escribo nada. Le doy algún aditivo a mi srta. reprimida y salgo a rinrajear.
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