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martes, 23 de septiembre de 2008

Equinoccio

A veces me convenzo de que la primavera lo único que me hace germinar es el sueño. Más que sueño, son las ganas de dormir para sobrellevar el hartazgo. Incluso pensar me da fiaca. Porque es mucho mucho lo que pasó en el año, bastante todavía lo que falta por enfrentar y el balance es imposible. Ceteris paribus: estoy casi en el mismo punto en el que estaba la primavera pasada, sólo que esta vez ya no conozco las flores, ni siquiera las de papel que tanto me emocionan.

Así que la queja se me hace grito, la envidia se me hace indiferencia y la claridad mental me saluda desde el último vagón de un tren que ya se puso en marcha. ¿Atinará a bajarse? ¿Podré correr hasta alcanzarlo?

Sospecho que tendría que comprar determinación en pastillas y alquilar una foto antigua que me recuerde que la primavera es linda, porque este lado del mundo se pone rozagante, las tardes huelen bien y el sol espera hasta que salga del trabajo para darme un beso.

Y, a ustedes, ¿cómo los trata la primavera?

Mi nombre ya es alérgico a la gente que florece alegre.

3 comentarios:

Vanina dijo...

que palabras inteligentes Jime las tuyas. que buena forma de sacar de adentro el hartazgo de una primavera que no da tanta empalagoza alegría.
yo tuve 2 flores en lo que va de estos dos días de primavera. fueron de parte de compañeros de trabajo. y la verdad que se las disfruta un algo distinto que alguna otra recibida en cualquier parte del año.
a mi la primavera hace unos cuantos años que me encuentra siempre igual, y a veces pienso que "este" va a ser el año que haga la diferencia. pero este año no lo pienso igual. uuff, que se le va'ser: uno se cansa de que la primavera no lo trate tan "florecidamente".
abrazos

Diego M dijo...

A mí me trata mas o menos como a usté, yo no se que le ve la gente a la primavera!!
Estoy en un estado de negativismo importante importante...
Besos! (espero que florezcas y el sol te siga acariciando)

Mariana Kasner dijo...

Existen primaveras que me tratan bien y otras no tanto...Creo que a nadie lo trata bien "todas" las primaveras. Es cuestión de tiempo, de suerte y de las cosas que inevitablemente nos pasan.

Me gusta MUCHO como escribís!

Besos,
Marian