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miércoles, 16 de enero de 2008

(Des)tempo



Hoy podría aseverar que las personas como yo vamos a destiempo en la vida. Digo: a pesar de llevarnos bien con la música y sacudir las caderas con cierta gracia en las fiestas y boliches, no logramos seguir el ritmo de las etapas de la vida. Como si siempre tuviésemos la necesidad de dar un paso más o uno menos cuando corresponde, en esa coreografía que los demás parecen conocer tan bien o tenerla anotada en un machete que cada tanto miran. Nuestra batería marca una base armónica que difiere mucho del ritmo de la canción que las circunstancias interpretan y estamos siempre chocándonos con el resto de los bailarines. Entonces nos preguntamos si alguna vez la pegaremos para no desentonar tanto... Y ahí es cuando, una nota o un silencio después, nos damos cuenta de que a veces hace falta que alguien quiera cantar / tocar / bailar una canción distinta.

Y, sí: mi canción ya es mi nombre.

3 comentarios:

Diego M dijo...

A veces uno se acostumbra a bailar siempre un mismo ritmo. Entonces, cuando el dj decide acelerar el paso de la vida (perdón! de la música) quedamos un poco fuera de lugar.
Pero en ese momento, siempre habrá una mano amiga que nos tome y nos ayude a encontrar el nuevo ritmo.
No soy buen bailarín, pero acá estoy.

Mi nombre ya te tomó de la cintura

Andru dijo...

es la crueldad de la música que acelera nuestra edad...pero siempre hay algún que otro paso "de base" que nos puede salvar...o pedir ayuda jeje

marian dijo...

ya te digo, aferrarse al balanceo, pisar y batir las manos en un vaivén contínuoo y7o con las manos en los bolsillos es lo seguro, sino, anarquía total si no somos más que tórtolos cuando bailamos, se imaginan vistos desde afuera en silencio? una cosa raríiiisima... yo estoy a favor del movimiento, al fin de cuenta ahora "todo danza es arrrte"